El buscador Google ha anunciado que procederá a la devolución de 60 millones de dólares a sus anunciantes, a modo de compensación por el posible fraude producido en el coste por clic de su sistema AdSense.
El fraude consiste en la unión de varios usuarios de Internet para hacer clic en una inserción publicitaria determinada, sin ninguna intención de compra. Entonces, y como la base del sistema es el coste por clic, la empresa anunciante debe de pagar a la página Web que aloja su anuncio por cada clic producido, con lo que el volumen de clics falsos es, ciertamente, incalculable.
Sin embargo, algunos estudios recientes han llegado a cifrar el volumen del fraude en un valor aproximado de 1.000 millones de dólares. Cifra que ha sido valorada como excesiva por las principales víctimas del mismo, como son Google, Yahoo!, y Microsoft.
El hecho, no obstante, es que el fraude existe y el volumen es importante. Ante ello, las tres grandes gigantes de la Red han decidido unirse para luchar contra él que les está costando millones de dólares y, lo que es más importante, perder la confianza de los anunciantes en el sistema.
Nadie duda, a día de hoy, de que se trata de un problema de una resolución altamente complicada. Su principal dificultad radica en la definición de clic fraudulento, en contraposición con clic real, y es precisamente en esa dirección en la que están trabajando todos los expertos en la materia.
En cualquier caso, Greg Stuart, jefe ejecutivo de Interactive Advertising Bureau, la oficina que está coordinando a todos los interesados en la resolución del problema, ha asegurado que no se tardará menos de un año en organizar un plan de trabajo adecuado.